La fumigación es uno de los métodos más efectivos y conocidos por el público para el control o la exterminación de poblaciones de insectos tales como hormigas, mosquitos, cucarachas, termitas, garrapatas y otros.
Para la fumigación, se emplea un fumigante que es una sustancia química con propiedades efectivas para atacar a estos insectos y con una elevada capacidad de penetración, incluso en las zonas más recónditas.
El servicio de fumigación de insectos no es indiscriminado. Al contrario, primero se determina el tipo de insecto para escoger el fumigante y el método de aspersión más apropiado para conseguir los resultados esperados.